Un latino en París - Un latino en París - Un latino en París - Un latino en París.

Hace más de 10 años ya, con apenas 8 años de edad, volaba hacia mi nuevo hogar, aquella ciudad, aquel país, París, Francia, parte de mi vida mi infancia, de mis añoranzas. Tierra de mil amores, de grandes hombres. Tierra de nobles reyes y grandes pensadores, y ya en aquel entonces soñaba con poder cantar para contar lo que mis ojos llegaron a apreciar. Tantas cosas nuevas fui yo a descubrir, en el viejo mundo donde el destino me llevó a vivir. Una nueva visión de mis raíces llegué a descubrir. Latinoamérica siempre estuvo en mi mente, pero tantas cosas debemos aprender como nación aún. Mi continente americano, paciencia debemos tener. Pero antes les voy a explicar el por qué de este relato, el de un latino en París.

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Sea un país europeo o centroamericano, no podemos escapar de los problemas de nuestra sociedad. Lo siento pero es cierto y caminando por las calles de aquella ciudad de pálido aspecto, apagados colores, pero llena de movimiento; aquellos edificios cubiertos de historia, heridas aún latentes de aquel presente ahora ausente; llenos de cuentos del pasado; todo aquello visto por los ojos de un niño maravillado, 10 años después me hacen recordar que estemos donde estemos, lo que importa es nuestro corazón, nuestras raíces. Siempre serán parte esencial de nuestra condición. De vuelta en aquella antigua nación, ahora con los sueños de un adulto, me doy cuenta que mi verdadero amor se encuentra en mi tierra de sol y arena. Latinoamérica mi verdadero hogar, nunca te voy a olvidar, porque soy

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Tomando un café en un bistrot de los Champs Elysées, preguntándome a mi mismo cómo fui a llegar a aquel bello lugar y luego caminando frente a la Torre Eiffel, mi mente de recuerdos se fue a llenar, de un pequeño país de América Central, Costa Rica. Patria centroamericana, cuna de todas mis hazañas y aunque muchos recuerdos guardo de la ciudad de París, tantas cosas, tantas gente que conocí, tanto que aprendí. Aún así, siempre seguiré siendo un latino en París, de sangre y corazón. La razón, porque de ahí viene mi pasión.

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