Viernes, 8 de la noche, llego del trabajo un poco estresado, pero ya más tranquilo me meto al baño y me empiezo a arreglar para ir a festejar, toda la noche, sin parar. De un momento a otro tocan a la puerta. Era el escuadrón, listo para la fiesta. Ya todos en la entrada del lugar habitual, nos alistamos para ingresar. En la barra del lugar nos encontramos al resto del clan, obviamente haciendo labor social. Matizando con la música, la gente empieza a bailar, el ambiente empieza a calentar. Conforme pasa el tiempo el tiempo el lugar se va llenando. Las caras conocidas pasan saludando. El Dj. con la mezcla, en la pista la gente bailando mientras el volumen sigue aumentando.

Hoy es la fiesta toda la noche, porque así es la fiesta el viernes por la noche. Hoy es la fiesta toda la noche, porque así es la fiesta el viernes por la noche. ¡Sí!

Un, dos, tres, cuatro, siente el ritmo, baila que esto apenas está empezando. Sigue gozando con la música que está calentando el lugar, para continuar hasta el amanecer. Chicos y chicas por doquier, juntos en la pista, otros listos para la conquista. Los demás tranquilos, felices, contentos, disfrutando su trago, escuchando el son Pop-Funk de esta canción. Así es que no hay razón para no pasarla bien, toda la noche junto a tus amigos, siempre listos para la fiesta. Por favor despierta. No es hora de hacer la siesta. Toma de la mano a tu pareja y baila, baila hasta no más dar. Baila, baila sin parar, que Castillo se encuentra en el lugar.

Hoy es la fiesta toda la noche, porque así es la fiesta el viernes por la noche. Hoy es la fiesta toda la noche, porque así es la fiesta el viernes por la noche. ¡Sí!

Pon la mano arriba - Pon la mano arriba - Pon la otra en la cintura y da la vuelta y siente como la vibración se apodera de tu cuerpo.

Así es como religiosamente, todos los viernes por la noche, bailando, gozando, cantando, nos olvidamos de todo lo que sucede afuera del lugar. Al bailar, ya pasada la media noche, siento ese mirar posado sobre mí, ese look espectacular, la chica más bella del lugar. Me acerco a ella para invitarla a bailar. ¿Qué puedo decir? Era lo único que me hacía falta para cerrar la noche y poder regresar el próximo viernes y la fiesta continuar, en el mismo lugar.